miércoles, 15 de enero de 2014

Crecer es algo mas

Viví seis años en una “ciudad” sola con el propósito de hacerme profesional, seis años en los que conocí gente maravillosa y otras no tanto, hice amigos que sé que serán para toda la vida y otros que prefiero no recordar, seis años en los que aprendí a “cocinar”, beber, fumar, a dejar de fumar, seis años en los que aprendí a cuidarme, seis de los mejores años de mi vida en donde asistí a las mejores fiestas y a las peores también, en donde conocí al que creí que era el amor de mi vida y en donde lo deje ir, seis años que nunca olvidaré, pero crecí.

Después de seis meses viviendo lejos de mis seis años, regreso pero para algo muy diferente a lo que vine la primera vez, regreso a ser grande y con más miedo que en mi primer día de clases, con la mayor experiencia de todas viviendo sola, pero con todo el miedo del mundo por volver a lo mismo, ya no vengo por unos días para ir a la “rumbita del fin de semana” vengo para posiblemente quedarme en casa durmiendo porque al siguiente día tengo que trabajar y no estoy como para ir a esa fiesta de la que tanto hablan.

Entonces me encuentro en este cuarto, viendo a la pared y escribiendo este post, pensando en las cosas que deje atrás y en las que están por venir, dándome cuenta que no todo está saliendo como lo esperaba, no me gusta mi nuevo “hogar”, no me gusta mi soledad, no me gusta estar tan cerca y a la vez tan lejos de él, no me gusta llorar, porque me di cuenta que tan de piedra no soy y que aún me quedan lagrimas por derramar, no me está gustando eso de pensar en las cosas que tengo que pagar porque se supone que vine a trabajar y a mantenerme.

Es allí cuando me doy cuenta, que crecer no es tan divertido como pensaba, que tengo que estar agradecida con mis padres por darme todas las comodidades porque ahorita me las estoy viendo rudas, y todo es por mi culpa, por ser una niña consentida que se mal acostumbro a todo lo bueno, o por lo menos a lo normal, y que no se termina de adaptar a lo que está viviendo, nueva casa, nueva sociedad, nuevo ambiente, nuevo empleo, porque si, resultó que conseguir empleo en Venezuela es difícil pero no imposible, ya empezó una nueva etapa para mí, llena de responsabilidades y cosas serias, llena de todo lo contrario a mi personalidad, con toda la disposición del mundo de aprender y asegurándoles que mis nervios se le acercan a los que tenía el día antes de mi defensa de tesis, y ya eso es decir mucho.

Se acabaron los seis años de la vida universitaria, pero voy pendiente de unos seis años y más, de la “interesante” vida del empleado de la República Bolivariana de Venezuela.

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