martes, 15 de septiembre de 2015

Carta de un pedófilo

Nosotros hemos sido marginados por la sociedad por muchos años, se supone que somos personas repugnantes, no dignos de vivir y tachados como enfermos, pero... ¿qué tiene de malo que a mis 43 años me guste un niño de 9? ¿cuál es el problema? pienso que hay cosas peores, lo mío es algo muy normal, todos somos iguales, solo que a mi me gustan un poco menores, eso me resulta excitante, así como le resulta excitante a los curas coger con sus monaguillos pero no les dicen nada, ah si, como yo no soy cura, soy negreado también porque me gustan los niños.

Nunca mataría a un niño, no piensen que soy un enfermo sexual traumado porque lo violaron a los 12 y quiere hacerle eso a todos los chicos que le rodean. Al contrario, a mi me gustan, me atraen tanto como una gorda en proceso de dieta quiere una hamburguesa, es deseo, es disfrutar cada momento, cada probada, cada sabor diferente en una sola pieza. Pero me juzgan por mis preferencias, y no ven mis buenos sentimientos, me tratan como a un homofobico cazador de homosexuales, como a un violador de niños, como a un asesino de ancianos, como a la cosa mas despreciable.

Tengo 43 años y me gustan los niños de 9, soy un hombre exitoso, dueño de una empresa y de varios viñedos del país, no quiero parecer presumido pero tengo un Pent Hause en uno de los mejores barrios de Salamanca y un par de convertibles último modelo, al parecer lo único malo que me encuentran son mis preferencias sexuales por los niños entre 9 y 12 años. ¿Qué quieren que les diga? ¿que voy a dejar de estar con quien quiero solo por ser bien visto ante la sociedad? ¿y mis necesidades que? ¿en donde quedan mis ganas de ser amado por alguien? aunque ese alguien pueda ser mi hijo, pero por obvias razones no los tengo.

Un par de personas me han preguntado: ¿por qué un niño y no una niña? solo les puedo decir que las niñas no me provocan ni la mitad de deseo sexual de lo que me puede provocar un niño, no quiere decir que no haya probado antes con unas chiquillas que conocí en el parque o en la escuela de sordomudos en las que daba clases de voluntario un par de horas a la semana, a lo que proceden a decir que soy un homosexual pedófilo que necesita tratamiento psicológico porque se supone que no es normal que tenga ésta clase de sentimientos o atracciones aberrantes por unas criaturas inocentes que no saben realmente lo que está pasando y automáticamente me tildan de violador de niños.

¿Que si eso sería una violación porque ellos no saben realmente si están haciendo algo bueno o malo? yo no los violo, ellos no son obligados a hacer algo que no quieran, no los golpeo, no los maltrato en lo absoluto, ellos simplemente disfrutan de lo que no tienen en sus casas, yo les doy momentos de diversión, soy algo así como Michael Jackson pero menos extraño y sin Neverland, pero con el mismo propósito, amo a los niños.

 El tema de los violadores es otro asunto en el que no me pienso meter, de hecho, soy fiel creyente de que todos vinimos con un propósito en la vida y ese es el de ellos, he escuchado de casos de pedófilos que violan y matan a esas pobres criaturas, yo no, yo sería incapaz de causarle algún tipo de daño a un niño, no soy un inconsciente que rebanaría a sus victimas en cien pedazos después de disfrutarla, al contrario, yo soy agradecido con ellos, es algo que ustedes no entenderían.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario